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Fachadas, balcones y patrimonio ¡Larga vida a Lima!

 Totalmente rehabilitadas en sus estructuras y con nuevos balcones. Así lucen las fachadas de casonas coloniales y republicanas que forman parte del programa de recuperación del patrimonio arquitectónico en el Centro Histórico de Lima.

Ha tenido que pasar más de una década para que la calle del Rastro de San Francisco y la calle Pescadería luzcan como hace unos siglos atrás. Se ha necesitado de una gran paciencia para continuar, rehabilitar y maquillar los últimos rastros de la urbe colonial que fuera el proyecto del conquistador Pizarro cuando en 1535 pensaría una ciudad que fuera escaparate de su poder político y religioso.

Calle del Rastro de San Francisco. Hoy Jirón Áncash, en pleno proceso de recuperación. Foto Emilima

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Precisamente entre el Jr Áncash y Carabaya – la nomenclatura actual de las calles respectivamente- se inicia el recorrido por los aproximadamente 10,000 metros cuadrados de una de las manzanas más interesantes del Damero de Pizarro.

En sus inicios, además de configurarse como una de las primeras avenidas de la Lima colonial, la calle que une Palacio de Gobierno con el Convento San Francisco, hoy Jr Áncash, era un matadero de animales y expendio de carne de res para la antigua villa.  Por este tipo de actividad fue llamada Calle del Rastro y al parecer en este sector se realizaron actividades de comercio y almacén de alimentos.

Así lucían las calles Carabaya y Áncash antes de ser intervenidas. Captura Google Maps
La intervención en esta calle recuperó balcones y fachadas además de restaurar los colores originales de los predios. Foto: Prolima

Al otro extremo de la misma calle se encuentra la Casa de las Trece Puertas, habitada en 1690 por un Oidor de la Real Audiencia y, con el tiempo,  reconvertida en panadería por el Santo Oficio de la Inquisición. La recuperación de una joya arquitectónica como esta, que hasta hace pocos años, era un tugurio en el que se hacinaban varias familias, fue el primer paso para ejecutar la misma fórmula con las casas vecinas de este sector del damero que corrían con la misma suerte.

A través de un plan estratégico, el municipio limeño se ha volcado a la tarea de recuperar los inmuebles monumentales del Centro Histórico de Lima, a eliminar una de las causas de su deterioro: la tugurización y ha propiciado la construcción de nuevas  viviendas para las familias que ocupaban, en condiciones precarias, estos inmuebles declarados patrimoniales.

Casa de las Trece Puertas, emblemático inmueble colonial. Foto: Difusión

“En total son 21 casas intervenidas, entre ellas siete en este jirón Áncash, cuatro en Barrios Altos y una en Cailloma; algunas pertenecientes a la Municipalidad Metropolitana de Lima y otras a la Beneficencia Pública de Lima”, señala  el arquitecto y gerente de Prolima, Luis Bogdanovich. Para rescatar a los antiguos e históricos inmuebles de la otrora «Ciudad de los Reyes», cerca de un centenar de familias fueron trasladadas al conjunto habitacional, La Muralla como parte de repoblamiento del Centro Histórico en áreas no intangibles.

Muchas de las fachadas estaban dañadas, los  balcones se deteriorados, había una proliferación de cableado que envilecía el paisaje y mucho de los materiales originales de carpintería habían sido reemplazados … todas aquellas construcciones y detalles que le habían otorgado, el título de ciudad patrimonial a Lima, no estaban siendo debidamente conservados. Pero ahora, la nueva calle del Rastro luce una nueva cara.

Detalle decorativos en puertas y balcones también fuero restaurdados. Foto: Prolima

Fuera de toda la belleza arquitectónica recuperada en esta sección del damero, a partir de los programas de ordenamiento y la prioridad que se estableció en la recuperación de inmuebles emblemáticos de la manzana del Rastro de San Francisco, una investigación arqueológica complementaria mostró las evidencias de ocupaciones urbanas de los siglos XVI al XIX .

Al lado de Desamparados está el Museo Bodega y Quadra, una casona impecablemente restaurada y que fue morada de la familia Bodega y Quadra en el siglo XVIII, cuyo integrante más célebre, Juan Francisco de la Bodega y Quadra, el navegante, descubrió la bahía de Vancouver. Tras la Guerra del Pacífico, la propiedad fue abandonada y algunas fuentes señalan que fue el botadero del barrio.

Antiguo predio colonial. Hoy es el Museo de Sitio Bodega y Quadra en el que se investiga los orígenes urbanos de Lima. Foto: Wendy Rojas

Precisamente en la parte posterior de esta casa se realizaron excavaciones en  las que se hallaron 200,000 objetos diversos que revelan una evolución urbana de siglos. En este sector  se han descubierto tramos de una muralla de Lima que tiene un siglo más de antigüedad a la que conocemos según comentan los guías del museo de sitio en el que se ha convertido este predio.

En el jirón Áncash hay otros edificios destacables, la Casa Mendoza y la Casa del Balcón Ecléctico (llamada así porque su estilo es una mezcla de varios estilos arquitectónicos) , la  Casa del Conde Montemar y Monteblanco . Todas estas edificaciones son, en su conjunto, una referencia histórica invaluable.

La responsabilidad de la recuperación del Centro Histórico de Lima que data desde 1994, está a cargo de la comuna capitalina – desde Prolima para ser exactos – e implica la protección, restauración y hasta remodelación de monumentos históricos e inmuebles de valor monumental.

No obstante, la recuperación del Centro Histórico de Lima cuenta con otro componente clave: la participación de los propietarios de los inmuebles ubicados en esta zona. “La ley del Patrimonio Cultural señala que los inmuebles que son monumentos históricos son responsabilidad de sus propietarios y habitantes. En consecuencia, ellos son responsables de la recuperación de sus fachadas por lo que la MML le otorga la asistencia técnica para que ellos lo ejecuten” señala Bogdanovich.

Restauración del Teatro Segura. Foto: Emilima

A todo este proceso de recuperación urbana se va a sumar la culminación de la restauración del Teatro Segura y de la sala Alzedo. Uno de los teatros más antiguos de Lima y del continente por lo que tiene un alto valor histórico. Asimismo, se va restaurar al hospicio Manrique, que es «Un inmueble del siglo XIX, ubicado en la Plaza Francia, que demandará la inversión de S/ 15 millones, y donde se proyecta situar a la Pinacoteca de Lima ”, remarcó el gerente de Prolima

Pero la lista continúa.  Entre estas otras obras se ubica la remodelación del cine Conde de Lemos, ubicado en la Plazuela de Buenos Aires en Barrios Altos, o del centro deportivo de Conchucos, en el barrio de Santiago del Cercado de Lima así como el remozamiento del Parque de la Muralla, con la implementación de nuevos atractivos, y hasta la recuperación de pistas y veredas en Barrios Altos.

Hospicio Manrique., en la Plaza Francia. Foto: Difusión

Finalmente Prolima ya culminó la elaboración del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima. Un documento que ha sido construido en conjunto con la Municipalidad Metropolitana de Lima, Municipalidad distrital del Rimac, Ministerio de Cultura, Ministerio de Vivienda, Colegio de Arquitectos, Icomos-Peru, Cenepred e Indeci  y que aguarda su revisión y aprobación por parte del Consejo Metropolitano.

Este plan  que considera el planeamiento de la recuperación  patrimonial y ordenamiento del centro histórico hasta el 2035 tiene en la mira al emblemático Barrio de Monserrate.  Acaso sea este barrio,  último reducto del criollismo limeño y de inmuebles históricos  muy añejos que se debe intentar recuperar. Basta caminar unas pocas cuadras para toparse con iglesias de siglos de antigüedad, casonas que albergaron a santos y marqueses, balcones virreinales, el tradicional mercado La Aurora y la vieja estación del tren.

Edificios y plaza central en el Barrio Monserrate. Foto: Lima la Única

Con los atributos patrimoniales sacados a flote en la Manzana del Rastro de San Francisco, el Centro Histórico de Lima, tiene un  eje monumental turístico muy poderoso y esta sería la primera zona recuperada de manera integral . “Existe una responsabilidad compartida, autoridad y propietarios” dice Bogdanovich. No se equivoca y aunque ahora una parte del barrio se ha puesto lindo este proceso de rescate necesita de un serio compromiso y, sobre todo, de continuidad.

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