Huayumarca, portal a otro mundo

Por: PERÚ conócelo

La misteriosa puerta de Hayu Marca (también conocida como el Portal de Aramu Muru) es, al día de hoy, uno de los grandes misterios que alberga la América precolombina. Una gran puerta tallada en la piedra por la cual, cuentan las leyendas locales, numerosos héroes cruzaron para llevar una vida de gloria e inmortalidad junto a sus dioses, los cuales algún día volverían a nuestro plano por ese mismo portal.

La puerta fue descubierta cerca de la pequeña ciudad de Juli, a escasos kilómetros del lago Titicaca, en Puno – Perú, por el guía turístico José Luis Delgado Mamani mientras se encontraba explorando el área en una de sus expediciones. Según revelaría mas tarde el mismo había soñado en reiteradas ocasiones con la puerta, donde la veía cubierta de un mármol rosado, siendo custodiada por estatuas del mismo material. También vio en esta revelación onírica, que la puerta pequeña se encontraba abierta y de ella salía una fuerte luz.

Luego de que José Luis hiciera público su descubrimiento, poniéndose en contacto con varias autoridades arqueológicas de la zona, la puerta comenzó a ser examinada en detalle, así como también su historia y leyendas. Fue así como se enteraron de diversas leyendas que contaban como grandes héroes habían cruzado por esa puerta para irse a vivir con los dioses, volviendo en ocasiones para examinar las “tierras de este lado”.

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También se toparon con la historia de Aramu Muru, sacerdote Inca del Templo de los Siete Rayos el cual huyó en plena colonización (y saqueo) de la Corona Española, entre sus pertenencias llevaba un disco dorado llamado “Llave de los Dioses del Templo de los Siete Rayos”. Llego finalmente a las montañas de Hayu Marca, donde presentó el disco a los chamanes que custodiaban la puerta. Juntos realizaron un ritual que abrió la puerta mas pequeña, convirtiéndola en un portal de luz. Finalmente Aramu Muru, puso la llave en manos de un Chamán y cruzó por la puerta. Esa fue la última vez que supo algo de él y de la llave.

Curiosamente, en la puerta más pequeña, los arqueólogos notaron una hendidura circular, la cual podría ser, de cierta manera, una cerradura para colocar el mencionado disco de oro.