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Ambiente

Coronavirus: una amenaza que podría acabar con gorilas, chimpancés y orangutanes

Foto: Ricardo Nuñez Montero.

Científicos advierten que las enfermedades respiratorias de los humanos pueden desencadenar severos impactos en la salud de especies como chimpancés, gorilas y orangutanes. Aseguran que ya se ha registrado transmisión de coronavirus humanos a chimpancés salvajes.

La supervivencia de estas especies ya se encuentra amenazada por la pérdida de su hábitat, la caza ilegal y otras enfermedades y ahora a esto hay que sumarle la amenaza del Coronavirus. Los gorilas y demás simios gigantes son muy propensos a padecer enfermedades respiratorias. Un simple resfriado puede matarlos. Por eso, ahora están en el punto de mira de todo el conservacionismo mundial. Si el nuevo coronavirus llega a ellos, la especie está perdida.

En varios parques nacionales de Ruanda, Uganda y, especialmente en el de Virunga, en el Congo, se conserva la mayoría de los mil ejemplares de gorilas que quedan viviendo en libertad en África. Sin embargo, desde hace unos días se ha prohibido cualquier acercamiento a ellos. Se les ha aislado. Los expertos temen que, dada la facilidad de contagio y la letalidad que presenta el coronavirus, si un solo gorila enfermara la especie se extinguiría.

En entrevista con el programa de ONU para el Medio Ambiente,  a través  del coordinador de la Alianza para la Supervivencia de los Grandes Simios de la Organización de las Naciones Unidas  Johannes Refisch, explicó que, si bien desconocen si los grandes simios son susceptibles al Covid-19, la evidencia científica refiere que sí pueden infectarse con muchos otros patógenos respiratorios humanos, como la infestación de chimpancés silvestres con el coronavirus humano OC43 en Costa de Marfil.

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El problema es que, con los grandes primates, es decir, chimpancés, bonobos, orangutanes y gorilas, no sólo compartimos el 97% del genoma humano sino que, además, compartimos muchas de las enfermedades que nos afectan a nosotros.

En el caso de los gorilas, por ejemplo, el tema es especialmente preocupante ya que no sólo se encuentran en situación de peligro crítico de extinción desde 1996 debido a la caza furtiva, sino que, encima, poseen una gran facilidad para contagiarse de infecciones respiratorias humanas.

El mismo temor es compartido en Asia, concretamente en las islas de Sumatra y Borneo. Allí vive la última población de orangutanes en libertad, otro gran primate en peligro crítico de extinción. Cualquier contagio que se produjera, aceleraría irremediablemente su destrucción.

La pandemia es una falta de respeto al planeta


La primatóloga Jane Godall ha dicho: “Nuestra falta de respeto a los animales ha causado la pandemia de coronavirus” La experta apunta como responsable a los mercados de animales salvajes en Asia y África, donde las criaturas están hacinadas y se crean las “condiciones perfectas para que los virus salten” entre distintos ejemplares y especies. Y por ello ha aplaudido la medida tomada por China para el cierre temporal de mercados de animales vivos y espera que sean cerrados para siempre.

Sin embargo su preocupación es mayúscula por que esta pandemia también afecte a los grandes simios:» En todos nuestros santuarios los responsables usan guantes y mascarillas y se aseguran de que la comida y el espacio estén limpios”, relata. » “Los bosques son destruídos por las empresas madereras, la población humana crece y el ganado se traslada, los animales salvajes tienen menos espacio. Se juntan. Eso lleva a los virus”, resumen sobre la situación actual, asegurando que habrá más pandemias en el futuro. Pero cree que luego de esta aún habrá esperanza.

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Posted by National Geographic on Monday, April 20, 2020

Es difícil saber qué papel tiene cada uno en esta lucha contra la destrucción de la naturaleza sin embargo es momento de asumir una actitud más responable “Cada uno de nosotros provoca un impacto. ¿Qué comemos, de dónde viene, causó sufrimiento animal?, se pregunta. Cómo lo arreglamos este desastre. Simples cambios al alcance de todos: uno de ellos es caminar en lugar de usar el auto.

“La naturaleza es resiliente. Y también está el indomable espíritu humano, gente que busca lo imposible y no se rinde. He visto lugares totalmente destruidos cobrando vida gracias a gente apasionada. Estas son mis razones para tener esperanza”

Por tanto, en estos momentos la preocupación es máxima en el mundo de la conservación de los animales. Nadie sabe qué ocurrirá al final. De momento se ha prohibido cualquier tipo de turismo que pudiera provocar el contagio pero, nos guste o no, son países sin recursos en los que la conservación de estos animales depende directamente del dinero que ingresan por el mismo. Si no hay dinero, no hay protección. Por otro lado, el confinamiento humano general acabará en cuanto se consiga una vacuna o un tratamiento curativo para la enfermedad, pero el virus no desaparecerá y, en caso de contagio, las consecuencias para los animales serán las mismas. Así que, no queda mucho margen de tiempo para actuar y, sin actuación ni tiempo, no hay futuro.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha señalado en su última guía que la distancia entre las personas y los grandes simios al momento de ser visitados por turistas debería aumentar de 7 a 10 metros para evitar contagios. Además, insta a que no visite a los grandes simios nadie que esté enfermo, o que haya estado en contacto con alguien enfermo en los 14 días anteriores.

Una carta firmada por 25 expertos, publicada en la revista Nature, en la que instó a los gobiernos, profesionales de la conservación, investigadores, profesionales del turismo y agencias de financiación a reducir el riesgo de introducir el virus los simios en peligro de extinción, a partir de la suspensión del turismo de grandes simios y reducir la investigación de campo, aseguró que «las personas más jóvenes, que pueden tener menos riesgo de contraer una enfermedad grave por covid-19, son las que tienen más probabilidades de ir de excursión a los parques nacionales de África y Asia para ver grandes simios en la naturaleza y sería extremadamente difícil controlar si estaban infectados con covid-19 ya que pueden no tener síntomas obvios«.

Thomas Gillespie, investigador de la Universidad de Emory, Estados Unidos, afirma que se desconoce si la morbilidad y mortalidad asociadas con el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la actual pandemia en humanos son similares en los simios, «está comprobado que la transmisión de patógenos leves de las personas hacia estos animales puede conducir a resultados entre moderados y severos».  O evitamos su contagio o es su fin.

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