Ya no es necesario viajar tan lejos para disfrutar de esta histórica bebida bandera.
Para deleitar un buen pisco no tenemos que salir de la región Lima. Y es que Lunahuaná, provincia de Cañete, que es más conocido por ser un lugar posicionado en deportes de aventura, tiene también una exquisita Ruta del Pisco, la primera de la región Lima, que no se pueden perder.
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Diversas bodegas pisqueras han encontrado reposo en este lugar. Pero, ¿qué hace de Lunahuana un escenario propicio para deleitar un buen pisco? Pues, los expertos revelan, se debe a la calidad de uva que aquí se cosecha.
Lunahuaná se encuentra entre 500 y 1000 metros sobre el nivel del mar y es complicado para la agricultura. Sin embargo, cuando se siembra la vid, las raíces crecen profundamente dentro del suelo, reveló José Antonio Espinoza, dueño de la Bodega Santa María en una entrevista a CNN en Español.
Creada en 1929, Santa María es una de las bodegas más antigua en Lunahuaná. Su producción asciende a los 20 000 litros de pisco anual y su secreto se debe en un 80% de su calidad de uva. “Acá se han encontrado 5, 6, 7 metros de raíces dentro del suelo. Eso hace que extraigan minerales y una serie de cosas que son estos aromas”, detalló Espinoza.
La Bodega De la Cruz, la primera en la ruta, es liderada por Johan de la Cruz y se fundó en el 2002 con una producción anual de 13 000 litros de pisco.
Durante la Ruta del Pisco, los dueños de las bodegas enseñan a los turistas cómo catar un buen pisco: apreciarlo en vista, nariz y boca.
También tenemos a la bodega “Hijos del Sol”, que además de una espectacular vista sobre el rio Cañete ofrece una clase de pisco sour con el barman que ganó un concurso del mejor pisco sour en Lunahuaná.
Las otras dos bodegas que integran la Ruta del Pisco son Viña Los Reyes, administrada por Isabel Gonzáles y su historia nace en 1896, y la Bodega de la Motta, creada en el 2005 y su volumen de producción bordean los 20 000 litros anuales.
La ruta está servida y pisco hay de sobra. Salud.
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