¿Cuáles son los secretos de pesca a balsilla y a cordel? Te contamos sobre esta antigua embarcación que continúa vigente en la costa norte del Perú
Qué duda cabe que las sociedades que habitan el litoral peruano tienen una larga tradición como pescadores artesanales. En ese sentido la pesca en balsilla y el caballito de Totora, son formas ingeniosas del tipo de pesca que se practica en nuestro país desde tiempos muy antiguos.
Estas «balsillas» son pequeñas embarcaciones artesanales, confeccionadas de troncos de palillo entrelazadas con soga, una vela de tela de lona gruesa y dos remos en ambos costados que le permitían desplazarse con mayor facilidad. El uso de este aparejo se caracteriza por ser de una pesca a pequeña escala que practican, principalmente, los pescadores mayores con la colaboración de sus familiares; enseñándole a sus hijos y trabajando con sus esposas para limpiar y vender el pescado. Por ende, este tipo de pesca ocupa un lugar central en la vida diaria de las familias pescadoras del norte del Perú; no solo como fuente de ingreso económico sino también como estrategia de seguridad alimentaria para las mismas y como parte de la formación del pescador.
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A bordo de una balsilla, armados con un cordel, anzuelos, carnada, paciencia y mucha destreza, los pescadores artesanales extraen del mar solo lo necesario, respetan vedas y tallas mínimas. Cuando un pez juvenil es capturado en su pinta, el ´balsillero´ responsable lo devuelve al mar para que éste alcance la madurez sexual y se reproduzca.
Un poco de historia
Según María Rostworowski, estas balsas podían transportar de 200 a 300 arrobas en productos, abasteciendo las necesidades creadas por el movimiento económico del Virreinato y del primer siglo republicano. Su utilidad, unida a la pericia y los conocimientos de los balseros, permitió que esta tecnología perviviera hasta el siglo XX, cuando hizo su aparición la explotación pesquera con fines industriales y sigue siendo fundamental para la pesca artesanal en la costa norte, por su ligereza y adaptabilidad a las corrientes, aunque en dimensiones menores que las referidas por las crónicas y la arqueología, y con el papel auxiliar de trasladar a los pescadores a los veleros ubicados cerca de la costa, por lo que se impulsan a remo.
La flota más numerosa de balsilleros del Perú se encuentra en La Tortuga-Piura. La pesca a cordel, carnada y remo, es una tradición de antiguos navegantes de esta parte del litoral peruano. La Tortuga se ubica en el límite de la zona de transición de la norteña corriente tropical y la de Humboltd procedente del sur. Esta genuina forma de pescar ha sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación.
