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Conservación

Irradiando esperanza

Un innovador modelo de gestión ha creado un nuevo circuito ecológico – económico en el Bosque de Protección Alto Mayo y zonas aledañas. 

Hermosa iniciativa que vale la pena replicar en más zonas del país. Conservación Internacional Perú y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) iniciaron, desde el año 2012, los trabajos de cuidado en el Bosque de Protección Alto Mayo (BPAM). Han pasado nueve años y los resultados son favorables. Y es que no solo redujeron los elevados índices de deforestación, en esta Área Natural Protegida (ANP), sino que han permitido mejorar la calidad vida de las personas. Además, ha hecho que esta importante labor se amplíe hacia otras comunidades aledañas al BPAM. Lo que inició con un objetivo puramente ecológico se ha convertido también en un corredor económico – ecológico, donde los pobladores se dedican al turismo rural o producen café, pitahaya, vainilla, entre otras especies, respetando el medio ambiente.    

El BPAM tiene una extensión de 182 mil hectáreas y se fundó el 23 de julio de 1987. Esta zona protegida se encuentra ubicada en la cuenca alta del río Mayo en las provincias de Rioja y Moyobamba (departamento de San Martín). Son selvas de montañas nubosas y lluviosas con gran biodiversidad. Su objetivo esencial es “proteger las cuencas hidrográficas (esenciales para el abastecimiento de agua de las ciudades de Rioja y Moyobamba), la vegetación boscosa, la vida silvestre y los valores paisajísticos” a fin de promover el turismo, la recreación, la educación, la investigación, y con ello generar beneficios para la población local.

Dentro de la riquísima biodiversidad, que alberga el BPAM, encontramos hasta 500 especies de aves, 17 son endémicas, y 23 consideradas amenazadas globalmente. Una de las estrellas es la lechucita bigotona (Xenoglaux loweryi). El ejemplar tiene 12 centímetros de largo y es considerado el búho más pequeño del mundo. También resalta la presencia de cerca de 45 especies de colibríes, 27 especies de falconiformes (entre águilas y halcones). Entre los mamíferos destacan el mono choro cola amarilla (Oreonax flavicauda), el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el puma (Puma concolor), el musmuqui andino (Aotus miconax), el tocón andino (Callicebus oenanthe), el armadillo gigante (Priodontes maximus), entre otros. A nivel de flora, habita una alta diversidad de epífitas, orquídeas, helechos y bromelias como la piñuela (Aechmea angustifolia).

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Sin embargo, toda esta rica gama de biodiversidad estuvo seriamente amenazada antes de comenzar el trabajo de administración entre SERNANP y Conservación Internacional. La indiscriminada deforestación, en el BPAM, puso en serio riesgo el equilibrio ecológico en la zona. “La tarea fue compleja, porque el índice de deforestación llegó a las 339 hectáreas (entre los años 2008 y 2012), pero después de la firma de administración del lugar comenzó a verse una disminución y hoy vemos que ha bajado en un 42%”, nos explica Ivonne Paico, jefa del Bosque de Protección Alto Mayo.   

Una de las acciones claves para reducir el alto índice de deforestación fue el trabajo intenso de Conservación Internacional junto a sus aliados (ONGs locales), quienes ayudaron a poner en valor esta área protegida a través de la venta de bonos de carbono mediante el mecanismo REDD+ (Reducción de las Emisiones producto de la Deforestación y la Degradación de los bosques). De esta manera, ayudó a frenar este atentado ecológico.  Este mecanismo sirvió como fuente de sostenibilidad financiera del área, que ha permitido generar más de 4 millones de bonos de carbono y ha evitado la deforestación en más de 6000 hectáreas de bosque primario. El proyecto fue satisfactoriamente validado y verificado a través de los principales estándares Verified Carbon Standard (VCS) y Climate Community Biodiversity (CCB) en el 2012. 

Además, eliminaron ese recelo de la administración estatal de bosques, por parte de los pobladores, y los involucraron como aliados para la conservación de estas áreas naturales. ¿A cambio? Se firmaron acuerdos de conservación entre las familias locales y la autoridad del área protegida, como una forma de compartir herramientas de conservación que contribuyan a su protección de estos ecosistemas. Asimismo, ayudaron a los pobladores a consolidar sus anhelos personales. Por ello, se diseñó un modelo económico atractivo de costo beneficio para proporcionar mayor precisión sobre qué tan «justos» deben ser los incentivos con el fin de establecer un éxito y un acuerdo a largo plazo donde ambas partes perciban un beneficio equivalente.

A raíz del éxito en la conservación de esta ANP, el trabajo de Conservación Internacional comenzó a ramificarse hasta la zona del Morro de Calzada, donde comprendieron que era necesario no solo trabajar en la conservación del BPAM, sino también en las zonas aledañas para asegurar la conexión de áreas verdes y ofrecer mayor sostenibilidad a los espacios naturales. 

Proyectos ecológicos 

La zona tiene un alto potencial para los emprendimientos sostenibles con la naturaleza. Una de las atracciones es el turismo de aves. La Reserva de Arena Blanca, que ganó el concurso de Turismo Emprende 2019, es el lugar ideal para que los turistas, antes de iniciar su jornada de avistamiento de aves, se alojen con todas las comodidades. 

El nombre hace referencia al ecosistema de bosques de arena blanca, que tiene la reserva. Sin duda es muy singular y alberga diversidad de flora y fauna. Cuenta con dos torres de observación, uno para apreciar colibríes y otro para perdices. Se ubica a 700 metros del Centro Poblado Aguas Verdes (Km 400 de la carretera Fernando Belaúnde).

Sin embargo, la Reserva de Arena Blanca no es el único recinto turístico que podemos visitar, ya que en el Observatorio Royal Sunangel podemos apreciar el mágico vuelo de aves, la belleza de paisajes y la gran variedad de orquídeas del BPAM. Estas dos iniciativas de turismo fueron desarrolladas mediante acuerdos de conservación suscritos con la población local.

Siguiendo con ese compromiso de apoyar el turismo rural comunitario, hace meses, inauguraron la nueva Casa del Turista Nueva Zelandia. Esta obra fomentará el turismo rural y brindará oportunidades de desarrollo a las poblaciones locales. Los visitantes tendrán la ocasión de observar los bellos paisajes y la variada biodiversidad; también conocerán cómo los pobladores locales, en especial, los comités de mujeres, quienes trabajan en actividades sostenibles de miliponicultura, pitahaya, orquidearios, artesanías en paja bombonaje y biohuertos familiares.

Asimismo, las mujeres también se organizaron para sacar sus proyectos adelante. Un total de 250 artesanas, agrupadas en once comités, buscan empoderarse y contribuir con el desarrollo local y regional. Reflejo de ello es que algunos comités comercializan tejidos a mano y productos con paja bombonaje en ferias locales.

Sus técnicas de bordado, artesanías, inspiradas en la flora y fauna del bosque son la atracción de los turistas, quienes no dudan en adquirirlas. Incluso hay comunidades Awuajun, que están produciendo infusiones para recuperar sus técnicas ancestrales en sus bosques, así como buscar semillas. 

Las buenas experiencias dentro del BPAM, a nivel turístico, ha hecho que exista un efecto multiplicador positivo para la conservación del medio ambiente. Por ello, zonas más al sur del área natural, dentro del paisaje del Alto Mayo, se unieron para echar a rodar sus emprendimientos. Así nació la Cooperativa de Servicios Múltiples Bosque del Alto Mayo (COOPBAM), fundado en 2015 e integrado actualmente por 1200 socios (firmantes de los acuerdos de conservación de bosques) de los cuales 460 radican dentro del BPAM, mientras que el resto de miembros son de Amazonas y Moyobamba, y su principal actividad es el café orgánico y la pitahaya. 

COOPBAM, es una de las primeras cooperativas en operar dentro de un área natural protegida y tiene mucho éxito. Tal es así que Biolatina, certificadora peruana de gran prestigio en América Latina, le otorgó la certificación orgánica a su café. Para obtener este reconocimiento, visitaron las parcelas, donde se acreditó el cumplimiento de las normas y la reglamentación internacional de las buenas prácticas ambientales en la producción de café. 

Entre las variables que se tomaron en cuenta para esta certificación fue el uso del agua, maquinaria y herramientas, abonos y fertilizantes, el manejo de plagas y enfermedades, la cosecha, entre otros. Por su parte, la COOPBAM cumplió los requisitos relacionados a su organización, como el empadronamiento de sus integrantes, el fortalecimiento de capacidades, la formación de inspectores internos y el establecimiento de asistencia técnica permanente.

Con esta acreditación, la primera en su género dentro del Sistema de Áreas Naturales Protegidas del Perú, vienen exportando su producto a mercados internacionales como EE. UU, Japón, Australia, Alemania y Reino Unido. 

Con la pitahaya, COOPBAM viene comercializando este producto a nivel nacional. En el año 2019 recolectaron 11 755 kilos, mientras que, en el año 2020, fue de 15 266 kilos; obteniendo un ingreso aproximado de 94 mil soles y 120 mil por año, respectivamente. SERNANP, en alianza con la Oficina de Promoción de la Inversión Privada Sostenible (OPIPS) del Gobierno Regional de San Martín, firmó un acuerdo con Conservación con Agro Inversiones Valle Zaña (AGROVAZA) para asegurar la comercialización sostenible de pitahaya con más de 130 familias, que viven en el ámbito de esta área protegida.

El acuerdo contempla la articulación con su programa de desarrollo de alianzas público-privadas en agro negocios que viene apoyando la consolidación de inversiones sostenibles en nuestra región. OPIPS, que opera desde el 2014, es pionera en el país en promover bionegocio.

Dada la alta calidad de sus productos, les ha permitido contar con una suma de dinero que les permite invertir en iniciativas importantes para su comunidad. Tal es así que optaron por invertir en la enseñanza y compraron una antena satelital para garantizar el acceso a internet y así los niños de las zonas de La Esperanza, El Limón, Nuevo Jaén y Vista Alegre que cursan inicial, primaria, y secundaria accedan a sus clases virtuales. 

Trabajo que impacta 

El secreto detrás de estos logros ha sido el modelo de gestión de Conservación Internacional, que encajó con la compleja realidad, un modelo innovador puesto en práctica por más de casi nueve años y que ha cosechado beneficios evidentes para las personas y la naturaleza. “Todos estos proyectos sirven para conectar los emprendimientos con la naturaleza; buscamos que el área protegida promueva más proyectos sostenibles con la naturaleza. Y es que el BPAM es proveedora principal de agua. Lo clave es que esto se conserve y siga brindando este recurso a la población, pero involucrando a las instituciones como aliados con gestión participativa. Incluso, a los más pequeños de la escuela, se les involucra a crear conciencia ambiental”, relata Ivonne Paico, Jefa del Bosque de Protección del Alto Mayo. 

Las buenas experiencias en este corredor ecológico que comprende el BPAM con los bosques aledaños ha captado la atención del gobierno central. Tal es así que ha incluido el modelo de acuerdo de conservación como una herramienta de gestión dentro del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE). «Este es un paso clave para seguir ampliando el impacto del trabajo de Conservación Internacional, que hoy sirve como ejemplo para las áreas protegidas de Perú», comenta Luis Espinel, director ejecutivo y vicepresidente  Conservación Internacional en Perú.

En el Bosque del Alto Mayo y sus zonas colindantes hay mucha esperanza en el futuro. Y es que los productores de la zona sienten que es el camino correcto, esperan evolucionar y conquistar mercados con sus productos. Mejorar la calidad de vida de sus familias es una necesidad, pero también buscan mantener el medio ambiente que les provea los insumos para su labor. La aventura por cumplir sus más anhelados sueños recién comienza para los productores de esta parte del país. 

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