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Chile: El camino al fin del mundo

  • Chile, el país más largo y delgado del mundo. Visitar el sur del continente es iniciar un recorrido trazado por el agua, desde sus costas pacificas hasta sus imponentes nevados y volcanes, y al medio salares y desiertos llenos de vida y colores. Lo que le falta de ancho le sobra de largo y es la tierra que nos lleva al fin del mundo. 

De norte a sur  

Ubicada en el extremo norte de Chile, Antofagasta es la región de corazón minero. Su capital lleva el mismo nombre y es conocida por todos los chilenos como “La Perla del Norte”. La ciudad de Antofagasta es una “ciudad puerto” cuyo principal atractivo es el Monumento Natural La Portada, un accidente geomorfológico de rocas volcánicas en medio del Océano Pacífico, la cual se puede observar desde la costa, pero también desde una embarcación. La ciudad cuenta con un centro histórico que fue declarado “zona típica” por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, donde se encuentran diferentes construcciones como el Muelle Salitrero Compañía Melbourne Clark, el edificio de la Ex Aduana y el Museo Regional.

El punto de partida para recorrer Antofagasta es la Plaza Colón, donde se encuentra la Torre Reloj, declarado Monumento Nacional. Otro de los importantes atractivos son las Ruinas de Huanchaca, que es una antigua fundición de plata construida con gruesas paredes de andesita rojiza. En época de verano un plan perfecto es caminar por el borde costero y disfrutar de la variada oferta gastronómica. Como todas las regiones con mar, la gastronomía se basa en todo lo proveniente de las aguas del Pacífico como el famoso Perol, el ceviche, las pailas marinas entre otros potajes. Ademas las playas artificiales como Paraíso, Trocadero y el Balneareo Municipal que suelen ser las preferidas por los turistas que buscan realizar deportes náuticos y paseos en bicicleta. 

El destino más visitado y popular de la Región de Antofagasta es el pueblo andino de San Pedro de Atacama, un lugar en que el tiempo se detiene y en dónde los paisajes son de otro planeta. El casco urbano de San Pedro ha preservado su arquitectura local predominada por el adobe y los colores tierra, blanco y azul en las fachadas. Destaca la Iglesia de San Pedro de Atacama, declarada Monumento Nacional de Chile y también la feria artesanal con diferentes artículos de cerámica, madera y lana. Una particularidad del pueblo son los muros coronados por frisos en forma de triángulo que según una explicación local rinden tributo al volcán ya que se asemeja a su silueta. San Pedro de Atacama es el punto de partida para explorar valles, desiertos, salares, geysers, lagunas y volcanes.

Excursiones que pueden tomar medio o un día completo permiten recorrer paisajes andinos, con su flora y fauna nativa, que además sorprenden con sitios arqueológico y un profundo legado cultural. Este rincón mágico de Chile nos hace pensar también en sus antiguos pobladores y culturas ancestrales: atacameñas, quechuas y aimaras, que sobrevivieron al altiplano y al extremo de su geografía. No en vano el desierto de Atacama ostenta el título de ser el más árido del planeta. Cabe destacar que San Pedro de Atacama fue el centro de la cultura atacameña y más tarde, un punto de avanzada para los incas. Gracias a la peculiar geografía y beneficiado por las condiciones naturales del clima, en la zona se han desarrollado actividades de Astroturismo, como imperdibles tours para observar los astros y conocer más sobre el funcionamiento del universo. En los alrededores de San Pedro de Atacama se han instalado importantes observatorios astronómicos, como el Radio Astronómico ALMA (Atacama Large Millimeter/submilimeter Array), una de las instalaciones científicas más importantes del mundo con sus 66 impresionantes antenas. 

La magia de los lagos del sur

Tierra de mitos y leyendas, la región de los lagos regala experiencias al aire libre enmarcadas en impresionantes estampas de la naturaleza. Desde la hermosa ciudad de Puerto Varas la belleza del Lago Llanquihue es deslumbrante, sentarse a admirarlo y ver la impotente silueta del Volcán Osorno erigirse sobre él es simplemente un espectáculo. Darle la vuelta al lago, ya sea en tour o auto particular, es adentrarse en la historia y cultura colona de pueblitos pintorescos sacados de un cuento. Puerto Octay, Frutillar entre otros nos regalan experiencias de vida y deleitan los sentidos.

Las tradiciones gastronómicas hacen agua la boca y llevan a pensar en la fusión de sabores que se dieron en cientos de años de migración, sobre todo desde Europa. La naturaleza muestra una de sus caras más bellas en estas latitudes e invitan a explorar sus atractivos en cualquier época del año. Aventurarse en un velero para aprovechar el característico viento de la zona, disfrutar del exuberante Parque Nacional Alerce Andino, el cual conserva Alerces con más de 3 mil años de antigüedad. Un trekking por los Saltos de Petrohué o alrededor del Lago Todos los Santos, una salida en kayak o yate desde Puerto Montt.

Visitar el archipiélago de Chiloé, tierra de brujos y figuras mitológicas como el Trauco y el Caleuche, que dan vida a fascinantes historias o recorrer el centenar de iglesias de madera construidas por los jesuitas a partir del siglo XVIII, de las cuales 16 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.  En Los Lagos las aventuras no paran y es el destino ideal para respirar aire puro y descansar alrededor del agua en todas sus formas. 

Puerta del fin del mundo

El extremo sur del mundo lo custodia la región de Magallanes y Antártica Chilena. La llamada Patagonia Austral, es un territorio mágico donde cada rincón esconde increíbles sorpresas. Lugares distantes y remotos, donde aprendes a escuchar el silencio y sentir la naturaleza en toda su magnitud. Un destino donde el ser humano puede sentirse pequeño y perderse en su inmensidad, porque la naturaleza de la región de Magallanes y la Antártica es sobrecogedora y llena de contrastes, que permiten realizar una amplia gama de actividades para todas las edades.

Punta Arenas, la capital regional y provincial, es el centro urbano más grande de la región. Gracias a su origen cosmopolita y su arquitectura neoclásica, es como una pequeña ciudad europea, que ofrece todas las comodidades para satisfacer al viajero visitante.  Es un lugar de gran interés turístico, el punto cero para visitar lugares de impactante belleza e interés cultural como la zona más austral del continente, estancias, antiguos faros y fuertes.

Esta es la puerta para iniciar la travesía por la Patagonia chilena, una zona que reúne los hitos históricos, estratégicos y de navegación más importantes de Chile. La Provincia Magallanes tiene el estrecho del mismo nombre, como una de las atracciones más importantes, donde es posible navegar para visitar el Monumento Natural Los Pingüinos en isla Magdalena, cruzar en ferry a la isla Tierra del Fuego, hacer kayak con delfines australes y ballenas jorobadas o visitar Fuerte Bulnes que concentra la historia de la Patagonia, así como admirar la flora y fauna nativa de la Patagonia en el Parque Nacional Pali Aike y la Reserva Forestal de Magallanes. 

Puerto Natales está a 3 horas de la capital de la región. Desde acá se recorren los parques nacionales y áreas silvestres protegidas más espectaculares de la Patagonia Chilena. Senderos y vistas panorámicas que te quitan el aliento. Al llegar a la provincia de Última Esperanza se observa la tierra fragmentada por una gran diversidad de canales, fiordos y golfos que conforman, en gran parte, los parques nacionales Bernardo O’Higgins, Torres del Paine y el Parque Nacional Kawésqar, siendo sin duda los grandes protagonistas y atractivos naturales de la zona. El Parque Nacional Torres del Paine es una experiencia obligatoria, el cual tiene la particularidad de concentrar los principales ecosistemas de la Patagonia en un solo lugar: pampas, bosques, glaciares, montañas, lagos y ríos, características que permitieron que la Unesco lo declarara Reserva Mundial de la Biósfera en 1978. 

Deslúmbrate y mágico, así es un viaje por Chile. Recorrerlo de punta a punta es reconocer todas las tonalidades de azul, presenciar paisajes vírgenes hasta el fin del mundo y ver como estos cortan el camino terrestre para dar paso al gran continente blanco: La Antártica.  

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