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Conservación

Gobierno autorizó pesca exploratoria de anchoveta pese a masiva presencia de juveniles

La segunda pesca exploratoria de anchoveta en la zona centro-norte del litoral peruano, realizada entre el 3 y el 12 de agosto pasado, se autorizó aunque entonces ya existían informes del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) que revelaban una presencia mayoritaria de juveniles y que el pico de desove de invierno había comenzado. Diversos gremios han cuestionado la actuación del Ministerio de la Producción (Produce) en su rol de preservar a la especie. De acuerdo a datos oficiales, más del 70% de lo pescado durante esa extracción exploratoria fue anchoveta juvenil.

Por Ojo Publico – Magali Estrada

A contracorriente de lo que ocurre en otros oficios, para los pescadores de la zona norte-centro del litoral peruano, noviembre es un mes de inicios. No hay una fecha exacta. Pero, en cuanto se autoriza la segunda temporada de pesca de anchoveta —una industria que genera más de USD 1.000 millones en ingresos para el país en cada periodo de extracción—, las empresas los convocan para zarpar.

Entonces, deben estar listos para embarcarse y afrontar extensas jornadas de pesca, por más de dos meses y medio. Este año, en cambio, el fenómeno de El Niño amenaza con alterar la rutina: las dos pescas exploratorias y otros estudios, realizados entre febrero y setiembre, han señalado que las condiciones del océano y de los cardúmenes no son las adecuadas para la captura masiva de anchoveta.

Por eso, los pescadores se han opuesto a la apertura de una temporada de extracción industrial. Aunque eso ha significado quedarse sin ingresos, les preocupaba lo que pueda ocurrir con la especie en ese contexto y, también, su propia subsistencia a futuro.

La incertidumbre, en el sector pesquero, se ha mantenido a lo largo de todo el 2023. Hasta ahora, el Estado peruano no ha autorizado ninguna de las dos temporadas de pesca que, normalmente, se realizan al año, debido a las condiciones del océano. Sin embargo, entre el 3 y el 12 de agosto autorizó una segunda pesca exploratoria. La previa, en junio, se suspendió abruptamente por la alta presencia de juveniles.

La más reciente, en tanto, ha sido cuestionada por los sindicatos de pescadores debido a su duración inusual —10 días, cuando lo habitual en años previos era de entre tres y siete—. Además, se autorizó la participación de toda la flota pesquera industrial y de madera con permiso y cuota de pesca, cuando —según los dirigentes— debieron participar solo algunas naves.

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Las críticas también se sustentan en que, para cuando se autorizó esa pesca exploratoria —el 2 de agosto—, el pico de desove de invierno ya había comenzado. Asimismo, el Ministerio de la Producción (Produce), es decir la cartera a cargo de las autorizaciones, conocía que el informe del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) sobre el monitoreo continuo de la especie (Crucero 2307-08), del 26 de julio, había ratificado que la biomasa tenía una incidencia del 90,6% de juveniles en número, y del 82,2% en peso.

OjoPúblico solicitó información sobre los reportes de cala y desembarque de la última pesca exploratoria a Produce a través de la Ley de Transparencia. Aunque el ministerio no entregó información completa de los desembarques, los datos disponibles muestran que las embarcaciones que lideraron la pesca de anchoveta en tallas no permitidas pertenecen a las empresas más importantes del país: TASA, Copeinca, Pesquera Hayduk, CFG Investment, Pesquera Diamante, Pesquera Exalmar y Austral Group.

En general, es decir considerando a los barcos de todas las compañías, la incidencia de ejemplares juveniles extraídos en esas jornadas exploratorias fue de 71,1% en número, y 60,3% en peso.

Las pescas exploratorias en el Perú —sea de especies en explotación o inexplotadas— se deben realizar solo con fines de investigación, de acuerdo a lo establecido en el Reglamento de la Ley General de Pesca. En detalle, se busca determinar dónde se concentran los cardúmenes, sus edades, si hay abundancia de juveniles, y otros indicadores que permitan un óptimo esfuerzo pesquero para la captura.

Por la forma en que se autorizó, cinco gremios de pescadores y un especialista consideran que la última jornada de pesca exploratoria se dio por presión de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), gremio empresarial que sostuvo cuatro reuniones con Produce, entre el 28 de junio y el 19 de julio, previo a la disposición.

Explorando y pescando exceso de juveniles


En lo que va del 2023, se han realizado dos pescas exploratorias de anchoveta en la zona norte-centro del litoral peruano: la primera, a inicios de junio, y la segunda, del 3 al 12 de agosto. En total se capturaron 223.703 toneladas. De ese volumen, 135.011 toneladas (60,35%) eran juveniles.

La primera pesca exploratoria se planificó para el periodo comprendido entre el 3 y el 9 de junio. Sin embargo, se suspendió dos días antes de la fecha de término por exceso de juveniles. En aquella oportunidad, el estudio determinó que la biomasa estaba compuesta por el 86,6% de juveniles en número, y 77,1% en peso.

Con estos resultados, ¿era necesario realizar una segunda pesca exploratoria? Juan Carlos Riveros Salcedo, director científico de Oceana, señala que, desde el punto de vista estrictamente técnico, no. “Habría que preguntarle a Produce por qué tomaron esa decisión. A mí me preocupa que, teniendo todas las evidencias en la mano, se haya lanzado una pesca exploratoria en esas condiciones”, dijo a OjoPúblico.

Aunque durante su desarrollo hubo reclamos por la cantidad de juveniles extraídos, la segunda pesca exploratoria duró los 10 días planificados, tiempo en que 654 embarcaciones salieron a pescar. Estos dos temas también han sido criticados: la duración y haber dejado abierta la posibilidad de participación de toda la flota. Este último aspecto, si bien no se concretó, sí permitió la participación de numerosos barcos.

Riveros Salcedo señala que, idealmente, la pesca exploratoria no debería realizarse con todas las naves y tendría que ejecutarse por periodos cortos, de entre tres y cinco días. Esas condiciones, en su opinión, son suficientes para determinar si se puede o no abrir una temporada.

“A esta pesca [la exploratoria] algunos la llaman depredatoria porque, básicamente, no hay ninguna restricción en captura de juveniles o fauna acompañante. La idea es capturar todo lo que se pueda para tener la información que te diga ‘aquí no puedo pescar’, ‘aquí sí puedo’. Por eso, tiene que ser una pesca relativamente rápida, para que la información sea procesada rápido”, advirtió.

La SNP tiene una posición distinta. Su actual presidente, Eduardo Ferreyros Küppers, defendió la actividad exploratoria, señalando que esta es parte de un sistema de investigación robusto de la regulación peruana. La misma, añadió, permite obtener información valiosa para la toma de decisiones.

Respecto a la composición de la flota, dijo que participaron 295 embarcaciones de acero y 359 de madera, que hacen un total de 654, de las aproximadamente 900 que cuentan con autorización para la especie. “Por ello, no es correcto afirmar que la pesca exploratoria se realizó con toda la flota”, indicó Ferreyros Küppers.

No obstante, vale precisar que Produce sí autorizó la participación de todos los barcos con permiso de pesca y cuota vigente, de acuerdo con lo que señala el artículo 2 de la resolución que convocó la segunda pesca exploratoria de 2023.

En opinión del biólogo Santiago de la Puente Jerí, la primera de ellas proporcionó información útil para que Produce tome la decisión de suspender la primera temporada de extracción masiva. La segunda pesca exploratoria, en tanto, tuvo una utilidad diferente, de acuerdo al especialista.

“En el corto plazo, puso paños fríos para que la industria no empuje a abrir esta temporada [la primera de extracción]”, dijo el investigador del Instituto Noruego de Investigación de Aguas (NIVA) y candidato doctoral del Instituto de Océanos y Pesquerías de The University of British Columbia (UBC).

Nathaly Vargas López, bióloga y decana de la Facultad de Biología Marina e Ingeniería Acuícola de la Universidad Científica del Sur, por su parte, recuerda que las pescas exploratorias tienen fines de investigación. Por este motivo, las mismas consideran zonas en las que no hay información o aquellas en las que hay indicios de un cambio respecto a la última situación reportada.

“[En este caso], se observó una alta proporción de juveniles, a pesar de que solo se permitieron capturas nocturnas, y se evidenció claramente que la anchoveta ha iniciado su periodo de mayor intensidad de la actividad reproductiva, que debe ser protegida”, afirmó.

En efecto, la extracción de juveniles en exceso estuvo presente en la segunda pesca exploratoria. Una evidencia es que, en los 10 días que duró, Produce emitió 11 resoluciones para disponer el cierre de 35 áreas de pesca. ¿El motivo? Alta incidencia de individuos en tallas menores a las idóneas.

OjoPúblico accedió, mediante la Ley de Acceso a la Información Pública, a los reportes de Produce sobre las calas —información estimada y declarada desde el mar— y respecto a los desembarques —reportes realizados en puerto, con información contrastada—. El análisis de estos datos evidenció que la pesca fue mayoritariamente de individuos juveniles.

La acción de una embarcación de lanzar sus redes al mar para pescar anchoveta se denomina cala. Cada vez que una nave realiza esta operación, está obligada a reportar a Produce —mediante la bitácora electrónica del barco— cuándo y dónde realizó la pesca, la cantidad estimada extraída y el aproximado de juveniles, de acuerdo con el muestreo realizado, entre otros datos.

En total, durante la segunda pesca exploratoria, se reportaron 4.307 calas de extracción de anchoveta. De esa cifra, 1.286 (el 29,9% de ellas) contenían una declaración de pesca de juveniles del 80% o más. Entre estas últimas hubo, incluso, 199 reportes que daban cuenta de haber pescado una proporción de entre 95% y 99,6% de individuos en tallas no permitidas.

El peso calculado, en conjunto, fue de 209.896,9 toneladas de anchoveta total. Además, se informó de 188 calas con pesca de otras especies, como caballa, camaroncillo, bagre y bonito. De estas, se pescaron 470 toneladas en total.

Luego de realizar una o varias calas, las embarcaciones ingresan a puerto con anchoveta. Ahí deben pasar por una operación de peso de lo extraído, además de un nuevo control de tallas.

La información entregada por Produce a este medio da cuenta de que fueron 621 las embarcaciones que descargaron anchoveta en un total de 10 puertos peruanos. En conjunto, se realizaron 2.539 descargas, con un peso total de 182.208,39 toneladas. La cifra de naves difiere de las 654 que señala el informe final del Imarpe.

Aunque este medio se comunicó con Produce e Imarpe para consultar sobre los datos considerados para autorizar la pesca exploratoria y las discrepancias entre los barcos participantes, no hubo respuesta por parte del ministerio ni de la entidad científica.

Asimismo, del total de descargas reportadas, 1.405 no contaban con información sobre la cantidad de juveniles, lo que impide determinar cuál fue la cantidad y el porcentaje total de individuos en tallas prohibidas que fueron extraídos con mayores detalles. OjoPúblico también indagó con Produce sobre el tema. Pero, como en el caso anterior, no tuvo éxito.

Este medio, en base a las 1.134 descargas que sí contenían información, hizo un análisis para tener un aproximado de qué embarcaciones y empresas lideraron la pesca de juveniles. Así, de acuerdo a la información disponible, se encontró que las 10 embarcaciones que pescaron más anchoveta juvenil lo hicieron en porcentajes mayores al 50% del total de su descarga en esta pesca exploratoria.

A partir de los mismos datos, se determinó, además, que las siete compañías pesqueras más importantes del país —Tecnológica de Alimentos (TASA), Corporación Pesquera Inca (Copeinca), Pesquera Hayduk, CFG Investment, Pesquera Diamante, Pesquera Exalmar y Austral Group— son las que más anchoveta juvenil han extraído, independientemente de la proporción que esta representa frente a su captura total. Esto, no obstante, está relacionado con la cuota de pesca que poseen.

En su informe, Imarpe justifica la pesca de juveniles argumentando que el límite máximo estimado que se podía pescar sin perjudicar a la especie asciende a 145.000 toneladas y que, durante las dos pescas exploratorias, se han extraído en total 135.011 toneladas. Es decir, el 93,1% de lo estimado.

Este argumento no ha tranquilizado a los gremios de pescadores, quienes consideran que la pesca exploratoria ha afectado a la especie. “En esta segunda [pesca exploratoria] trajimos pura pesca juvenil. Estamos afectando a la biomasa. Imarpe dice que la biomasa es de 10 millones de toneladas, pero nosotros no la encontramos. Ahora, para extraer, hay que hacer hasta siete lances, antes no era así”, contó Macedonio Vásquez Contreras, secretario general del Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos.

Al ser consultado sobre el tema, Eduardo Ferreyros Küppers, presidente de la SNP, también señaló que la captura de juveniles no ha superado el total establecido por Imarpe. Esto, asegura, evidencia que la segunda pesca exploratoria no ha generado impactos negativos.

“Debemos tener en cuenta que la captura de juveniles es incidental, es decir, involuntaria. No obstante, la regulación contempla el reporte oportuno y las suspensiones preventivas (…). Adicionalmente, desde hace varios años, la industria ha decretado de manera voluntaria autovedas para coadyuvar a la mejor protección de la anchoveta”, agregó.

OjoPúblico envió cuestionarios a las siete empresas pesqueras que lideraron la pesca de juveniles por toneladas. Hasta el cierre de este informe, solo tres contestaron. Austral Group y Hayduk indicaron que trasladaron las consultas a la SNP y Pesquera Diamante respondió directamente.

Sobre la pesca de juveniles, esta última compañía también señaló que, en el acumulado de ambas pescas exploratorias (junio y agosto), la flota pesquera global tuvo una captura por debajo del límite de juveniles estipulado por Imarpe.

De igual modo, este medio se contactó con Pesquera Humacare, propietaria de una de las embarcaciones con mayor porcentaje de pesca en tamaño no idóneo, pero la empresa no respondió las llamadas telefónicas.

Extracción durante un pico de desove


Como la mayoría de los peces, la anchoveta es ovípara. Cuando alcanza su madurez sexual —que suele ocurrir cuando tiene, aproximadamente, un año de vida y de 10 a 12 centímetros de talla—, las hembras ponen sus huevos en el agua del mar y, luego, estos son fertilizados por los machos.

Una vez fecundados, comienza el desarrollo de los huevos: primero, se convierten en larvas que flotan en columnas, alimentándose del plancton y otros pequeños organismos. Después, son avelinos, que llegarán a ser individuos juveniles y, luego, adultos, listos para reproducirse.

La anchoveta también afronta riesgos al momento de su reproducción. Nadar en busca de alimento o huir de sus depredadores, por ejemplo, les genera un consumo de energía que necesitan para producir sus huevos y expulsarlos en el agua, advirtió el biólogo Santiago de la Puente Jerí.

Otros factores que pueden afectar su éxito reproductivo y la supervivencia de las larvas y juveniles son la variabilidad climática (como los eventos El Niño o La Niña), la sobrepesca de ejemplares en edad reproductiva, la contaminación del medio acuático y la degradación de hábitats, explicó a OjoPúblico la bióloga Nathaly Vargas López.

La anchoveta se reproduce todo el año, pero tiene dos picos de desove: el de verano (entre febrero y marzo) y el de invierno (entre agosto y setiembre). Durante esos periodos, la actividad desovante suele ser más intensa, por lo que Produce estila realizar vedas. Sin embargo, este año, la segunda pesca exploratoria coincidió con el pico de desove de invierno.

Cuando se dio la decisión, Imarpe contaba con un informe de monitoreo, del 26 de julio. El mismo señalaba que los indicadores reproductivos sugerían que se estaba frente a un incremento progresivo en los procesos de maduración gonadal.

Autorizar la pesca exploratoria en este periodo ha sido uno de los cuestionamientos más firmes de los pescadores. El biólogo Riveros Salcedo, de Oceana, indica que no era oportuno realizarla en este contexto, aunque también advierte que la anchoveta ya no tiene picos tan marcados. Para el científico, existe una situación más preocupante: la especie tiene cada vez menos grasa, debido a cambios en el ecosistema marino. “Pueden producir huevos, pero no son viables”, dice.

Riveros Salcedo considera que en Imarpe entienden lo que está pasando y son capaces de diseñar políticas para proteger a la especie. “Sin embargo, en Produce no lo hacen o, en algún punto, la ciencia deja de ser importante para la cuestión política y se toma la decisión por un tema económico o de otro tipo», añadió.

El biólogo Santiago de la Puente Jerí, en cambio, considera que la segunda pesca exploratoria fue positiva en términos de datos actualizados sobre el stock. “Si la decisión, en base a esa información, hubiera sido abrir la temporada de pesca, eso habría sido pésimo. Pero eso no se hizo”, remarcó.

Para el científico, el Imarpe lleva muchos años dando recomendaciones adecuadas para el aprovechamiento sostenible de la anchoveta. “El manejo que hace el Imarpe es uno de los mejores en sostenibilidad a nivel global”, afirmó.

La bióloga Nathaly Vargas López, por su parte, señaló que urge proteger a la anchoveta, teniendo en cuenta que la pesca exploratoria evidenció que hay una alta proporción de juveniles y que la especie ha iniciado su periodo de mayor intensidad de la actividad reproductiva. “Estamos en un momento clave, en el cual deben de tomarse las medidas de ordenamiento que aseguren su sostenibilidad”, enfatizó.

Sospecha de presiones


El 8 de junio pasado, el entonces ministro de la Producción Raúl Pérez-Reyes Espejo informó que no había condiciones biológicas para abrir la primera temporada de pesca de anchoveta de 2023 en la zona norte-centro del litoral peruano y, por lo tanto, esta no se realizaría. La decisión, sustentada en estudios realizados por el Imarpe, era firme.

Sin embargo, la SNP —que agrupa a las empresas peruanas más importantes del rubro— respondió el anuncio con un mensaje llamativo: “Creo que vamos a poder pescar un mes o mes y medio, pero se va a poder pescar”, dijo la entonces presidenta de ese gremio empresarial, Cayetana Aljovín Gazzani.

Menos de dos meses después, Produce autorizó una segunda pesca exploratoria. Por la forma y en el momento en que se dispuso, los secretarios generales de cinco sindicatos de pescadores industriales consultados para este informe consideran que la misma —dispuesta mediante la Resolución Ministerial N° 262-2023-Produce— no se dio por una necesidad de investigar a esta pesquería, sino debido a la presión del empresariado.

“Nosotros presumimos que ha existido una gran presión, incluso para que se dé 10 días de pesca exploratoria porque eso ya no es exploración. Para explorar, basta con uno a tres días porque ya se sabía el tamaño [de la anchoveta] en todas las zonas”, dijo a OjoPúblico Alcides Herrera Inga, secretario general del Sindicato Único de Motoristas Oficiales y Pescadores del Perú.

Franklyn Gonzales Olivos, del Sindicato de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú (Supnep), tiene una opinión similar. “Al terminar la segunda temporada de 2022, no se completó el 100% de la cuota. Creemos que, por presión de la SNP, se alargó. Porque se sabía que venía el calentamiento del mar y la SNP quería aprovechar todo el tiempo posible. Luego, para la pesca exploratoria, seguro han necesitado presionar para que se dé”, indicó.

Lo mismo ocurre con otros gremios, como el Sindicato de Pescadores Industriales y Artesanales de Sechura, quien actualmente tiene a Wilmer Jacinto Tume como secretario general. “En la última [pesca exploratoria] hubo mucha pesca juvenil, entonces marcamos una posición de esperar, mientras llegaba a la talla adecuada (…). Sin lugar a dudas, siempre hay la presión de estas grandes empresas, de la SNP”, dijo.

Para Macedonio Vásquez Contreras, del Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos, la presión ha sido evidente. “Se supo de una reunión que había tenido el ministro de la Producción con los empresarios y, a raíz de esto, el ministro cede y da una pesca exploratoria, que es prácticamente antitécnica y anticientífica porque se dio en un mes de inicio de desove y pese a que, ya en junio, hubo una primera pesca exploratoria”, recordó.

Santiago Bocanegra Mejía, del Sindicato de Pescadores de Chimbote José Olaya Balandra, señala antecedentes similares: “Asociamos el hecho de las constantes reuniones que ha tenido la SNP antes de darse estas pescas exploratorias(…) Todavía no salía el informe de Imarpe y las empresas ya tenían conocimiento de que iba a salir una resolución de pesca exploratoria. Todo nos hace pensar que sí, que la presión estuvo en todo momento por parte de la SNP”, enfatizó.

¿De qué reuniones hablan los dirigentes? Previo a que se autorice la segunda pesca exploratoria, directivos de la SNP sostuvieron cuatro encuentros con funcionarios de Produce: estos se realizaron los días 28 de junio, 11 de julio, 18 de julio y 19 de julio, según el registro de visitas del ministerio al que accedió OjoPúblico mediante una solicitud de acceso a información pública.

Todas estas citas fueron consignadas como reuniones de trabajo, sin brindar mayores detalles de los temas abordados. En dos de ellas participó el entonces ministro de la Producción, Raúl Pérez-Reyes Espejo. En las restantes, en tanto, participaron funcionarios de la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción, y de la Dirección de Asuntos Ambientales, Pesqueros y Acuícolas de Produce.

En la primera de ellas, del 28 de junio, el entonces ministro Pérez-Reyes Espejo se reunió con Cayetana Aljovín Gazzani (entonces presidenta de la SNP) y otros cuatro directivos de la sociedad que agrupa a las grandes empresas del sector. El 11 de julio, mientras tanto, Lutgardo Sana Pfoccori, director general de Asuntos Ambientales Pesqueros y Acuícolas, de Produce, recibió a Aljovín Gazzani y Jorge Risi Mussio, por el gremio empresarial.

Poco más de una semana después, Javier Gaviola Tejada, director general de Supervisión, Fiscalización y Sanción, de Produce, recibió a Ferreyros Küppers (actual presidente de la SNP) y otros tres representantes de la sociedad. Por último, el 19 de julio, el entonces ministro se reunió con Ferreyros Küppers y otros cuatro representantes del gremio empresarial.

Estas reuniones —para, al menos, dos dirigentes de los sindicatos de pescadores consultados por este medio— son parte de la evidencia de las presuntas presiones de la SNP sobre Produce, para que este autorice la segunda pesca exploratoria de anchoveta.

Al ser consultado, Ferreyros Küppers rechazó que su gremio haya ejercido alguna presión. “Eso es falso. La SNP siempre ha sostenido que la prioridad es que existan las condiciones biológicas y oceanográficas adecuadas para realizar la pesca”, dijo en respuesta a un cuestionario enviado por este medio a la institución.

Sobre las visitas a Produce dijo que, para su gremio, es habitual y parte de su labor sostener reuniones con diversas autoridades. “Pretender distorsionar y presentar como una irregularidad las reuniones que instituciones, como la nuestra, tienen con funcionarios públicos es un acto de desinformación e intento de manipulación de la opinión pública”, afirmó en representación de la sociedad en su conjunto.

OjoPúblico preguntó a la SNP si, en estas reuniones, pidió que se abra la temporada de pesca o una segunda pesca exploratoria y, si no fue así, qué temas abordaron en cada una de las citas. “Los temas tratados tuvieron que ver con el estado biológico de la anchoveta, que son de conocimiento público, toda vez que contó con la participación de todos los actores del sector”, señaló el gremio, sin responder si hicieron tales pedidos ni hacer mayores precisiones.

Este medio se comunicó con Produce para consultar sobre las reuniones sostenidas por diversos funcionarios con representantes de la SNP. Sin embargo, hasta el cierre de este informe, no hubo respuesta.

De igual modo, se buscó al extitular de Produce, Peréz-Reyes Espejo, quien actualmente se desempeña como ministro de Transportes y Comunicaciones, a través del área de prensa de este último ministerio. A pesar de la insistencia, no hubo respuesta del área.

Por último, se intentó sin éxito contactar a Aljovín Gazzani a través Latina, medio de comunicación donde actualmente se desempeña como presidenta del directorio, y la SNP, gremio empresarial donde también presidió el directorio hasta mediados de 2023.

Para el biólogo Riveros Salcedo, de Oceana, la presión para realizar la segunda pesca exploratoria no solo habría venido de la SNP, sino también de los armadores propietarios de las embarcaciones de madera. “En algunos casos, son clanes familiares que tienen a esta actividad como la base de su economía. Entonces, no solo la SNP se benefició de esto, aunque también ganaron algo”, comentó.

Otro hecho que llamó la atención en el marco de la segunda pesca exploratoria ocurrió la mañana del 2 de agosto. Cuando Produce todavía no había emitido la resolución que autorizaba el inicio de la pesca, pescadores de Copeinca y CFG Investment realizaron un plantón de protesta en el frontis de la planta de Chimbote de este grupo empresarial. Reclamaban haber sido convocados para embarcarse, pese a que aún no había documento oficial sobre autorización de pesca.

Alcides Herrera Inga, secretario general del Sindicato Único de Motoristas Oficiales y Pescadores del Perú, lideró la protesta. El dirigente dijo a OjoPúblico que esa convocatoria es una muestra de que el empresariado maneja información privilegiada respecto a las decisiones de Produce sobre esta pesquería. Santiago Bocanegra Mejía, del Sindicato José Olaya Balandra, comparte esa opinión. Lo mismo que Macedonio Vásquez Contreras, del Sindicato de Pescadores de Chimbote.

El dirigente señaló que las pesqueras pueden convocar a sus pescadores tres días antes del inicio de una temporada, para que realicen labores de preparación. Sin embargo, para ello, primero tiene que existir una resolución que autorice la extracción. En esa oportunidad, en cambio, no había ningún documento. La autorización se oficializó unas 12 horas después, mediante una edición extraordinaria del diario oficial El Peruano.

OjoPúblico llamó a la central telefónica de CFG-Copeinca para pedir sus descargos. En esa comunicación, un empleado de la empresa proporcionó una dirección de correo electrónico del área de comunicaciones, a la cual se remitió, el 12 de setiembre, consultas vinculadas a los cuestionamientos. Aunque se insistió telefónicamente durante la primera semana de octubre, no hubo respuesta.

La empresa que sí respondió una consulta general sobre el presunto manejo de información privilegiada fue Pesquera Diamante. La compañía dijo que ello no es cierto. Según detalló, tomaron conocimiento de la segunda pesca exploratoria al momento de emitirse la resolución que la autorizaba. “De haber tenido acceso a información privilegiada hubiésemos podido pescar desde el primer día, cosa que no sucedió”, señalaron.

Perspectivas para la pesquería de anchoveta

Recomendaciones para proteger la anchoveta en estos tiempos de fenómenos climatológicos. Foto: Andina


Más de 20.000 pescadores y toda la industria de harina de pescado atraviesan momentos críticos debido a que este año no se ha autorizado la primera temporada de pesca de anchoveta, porque las condiciones de la especie y el mar no eran propicias para ello.

Respecto al inicio de la segunda temporada, el gremio empresarial señala que está sujeto a la evolución positiva de las condiciones oceanográficas, situación que —indica— se viene dando gradualmente debido al fortalecimiento del Anticiclón del Pacífico Sur.

En este momento, el Imarpe está realizando un nuevo crucero de evaluación de la biomasa, es decir una exploración científica en la que se analiza la cantidad de anchoveta disponible en el mar y su condición reproductiva. Si bien la expedición podría representar una esperanza para la industria, la autorización de la segunda temporada de pesca dependerá de los resultados que obtengan estos investigadores.

“Si las condiciones están dadas, no hay razón para que no se abra la segunda temporada. Esperemos que así sea porque la pesca industrial está atravesando una situación crítica (…). Nuestra principal prioridad es conservar el recurso y mantener los miles de puestos de trabajo que genera la pesca industrial”, agregó Ferreyros Küppers.

El biólogo Santiago de la Puente Jerí reconoció que las condiciones ambientales son sumamente dinámicas. Sin embargo, explicó que, si las particularidades de la especie y del mar se mantienen como están, no se debería abrir una temporada de pesca.

“Si siguen siendo juveniles, si las anchovetas están flacas, si la biomasa no está creciendo, yo no abriría la segunda temporada (…) Si quieres salvar a la industria, lo mejor es que le regales dinero. Ese salvavidas sería más válido para la sostenibilidad, que permitir que pesquen”, indicó.

En esa misma línea, la bióloga Nathaly Vargas recordó que, según el último comunicado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), los pronósticos de los modelos climáticos disponibles sugieren que las condiciones cálidas van a continuar en nuestras costas hasta finalizar el año. En otras palabras, la incertidumbre todavía podría seguir durante varios meses.

Específicamente sobre la anchoveta, el comunicado del Enfen explicó que, por estas semanas, se espera que la especie “mantenga su mayor actividad reproductiva dentro de su periodo principal de desove”.

De acuerdo con el reporte N° 18 de Imarpe, con fecha 30 de setiembre, “en general, los indicadores reproductivos de anchoveta del stock norte-centro a setiembre del 2023, mostraron que continúa en su periodo de mayor actividad reproductiva, de acuerdo a lo esperado para esta época”. En otras palabras, en esas condiciones no es recomendable su pesca.

En junio, cuando se anunció que no se abriría la primera temporada de pesca de anchoveta, el exministro Pérez-Reyes Espejo aseguró que Produce realizaría coordinaciones con la industria para evaluar un posible apoyo económico a los pescadores afectados. Sin embargo, los cinco gremios consultados por OjoPúblico aseguran que ese ofrecimiento nunca se concretó.

Por el contrario, sostuvieron que el llamado a una pesca exploratoria de 10 días en periodos no habituales los perjudicó aún más. Esto teniendo en cuenta que, para cumplir con la misma, debieron dejar otros empleos temporales. “Al llamarlos de un momento a otro, muchos han abandonado esos trabajos, incluso hubo compañeros que estaban trabajando en otras ciudades y lo han tenido que dejar”, contó el dirigente Santiago Bocanegra Mejía.

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