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Conservación

Mar peruano bajo amenaza

Una gran cantidad de vida del mar de Perú no está libre de amenazas. Entre las mayores presiones figuran la pesca ilegal, la explotación petrolera, el tráfico de especies marinas, la falta de regulación sobre los recursos pesqueros y la baja cuota de espacios protegidos en el mar, entre otras.

Desarrollamos algunos puntos importantes para entender la problemática del mar peruano 

Petróleo en el mar 

El primer pozo de Sudamérica se instaló, hace más de siglo y medio, en el distrito tumbesino de Zorritos, al norte del Perú. La localidad tiene ese nombre pues el olor del zorro es equiparable al del petróleo. En la Costa Norte del país, entre Piura y Tumbes, hay 1200 pozos petroleros operativos, que en 2018 aportaron el 66 % de la producción nacional de petróleo, según las estadísticas anuales de Perupetro, la agencia estatal de promoción de explotación de hidrocarburos.

Precisamente en 2018, un conflicto por la concesión de cinco pozos petroleros en el norte del Perú despertó la preocupación sobre esta actividad dentro del mar tras la aprobación de  los decretos supremos que autorizaban contratos de exploración y explotación de estos lotes petroleros.

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Los riesgos ambientales que significaba la instalación de esos  pozos petroleros, entregados a través de decretos supremos por el gobierno de entonces ponía en peligro por lo menos, el 70 % de la variedad biológica marina del país, en esta zona marina que cuenta con un enorme número de especies endémicas, únicas en el mundo.

Los derrames de petróleo en el mar son denunciados por los pescadores desde hace muchos años. Desde 2016 hasta 2019, se han incrementado los derrames de hasta 90 eventos por año. Sin embargo, los gobiernos lo niegan.

“La explotación de petróleo en el mar es muy riesgosa, por la logística que se requiere, por los riesgos en el traslado del hidrocarburo y porque no existe control sobre estas actividades en mar abierto”, señala Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana.

La exploración sísmica es la etapa más preocupante en el proceso de explotación de hidrocarburos: “Las ondas sonoras de gran magnitud pueden romper los huesillos auditivos en los delfines, causando la pérdida del sentido de orientación y hasta ocasionar la muerte”, ha indicado Aldo Pacheco, investigador del Instituto de Ciencias Naturales Alexander von Humboldt, de Chile. 

Mar desprotegido

“Lamentablemente la protección marina en el mar del Perú es nula. De los 3 mil km de costa y 200 millas tenemos menos del 1% protegido que incluye las tres reservas marinas que existen: San Fernando, Paracas y las Islas y Puntas Guaneras. Y eso nos pone muy por debajo del 10% de compromiso de protección” señala Patricia Majluf. 

Así nacieron las propuestas de la Reserva Nacional Dorsal de Nasca y la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau. “La Reserva Nacional Dorsal de Nasca fue creada recientemente por el gobierno peruano, pero lamentablemente no cumple con las condiciones de protección que serían necesarias para que esa reserva funcione como debe.Lamentablemente se ha permitido la pesca industrial dentro de su territorio, y lo más grave es que se permite la pesca en su zona de protección estricta, que es por debajo de los mil metros de profundidad” apunta Majluf. 

En cuanto a la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, tristemente tiene años como propuesta durmiendo el sueño de los justos “ No ha sido posible completarla porque el gobierno ha cedido a la presión de las empresas dueñas de los lotes petroleros de la zona y del Ministerio de Energía y Minas que se opone a su creación”   

La reserva ubicada en el norte de Perú comprendería cuatro sectores que representan zonas prioritarias de conservación: Isla Foca que corresponde a un ecosistema insular; Cabo Blanco-El Ñuro, representando el ecosistema litoral rocoso; los Arrecifes de Punta Sal, formado por arrecifes rocosos y el Banco de Máncora, un ecosistema asociado a montañas submarinas.

Saqueo marino  

El Perú posee la pesquería más grande del planeta basada en una sola especie, la anchoveta. Según el Anuario Estadístico Pesquero y Acuícola del Ministerio de la Producción del 2018, un total de 6.1 millones de toneladas de anchoveta desembarcaron ese año. El lugar de donde proviene la mayor parte de este recurso es Chimbote, en la región Ancash, que cuenta con alrededor de 60 plantas de harina de pescado.

No solo la pesca industrial mueve grandes cantidades de dinero. El Perú también es uno de los mayores productores mundiales en términos de captura artesanal para consumo humano, una actividad que se beneficia de la gran biodiversidad del mar y representa el 28.4 % del total de capturas marinas.

Una de las fuentes de ilegalidad proviene de un sector de la flota artesanal, principalmente de Piura y Tumbes. En estas regiones —explica Juan Carlos Sueiro, director de Pesquerías de Oceana  — se capturan especies con tamaños por debajo de la talla mínima permitida que no ingresan por los puertos, sino que se desembarcan directamente en las playas y terminan en las mesas y los restaurantes del país.

Se hace necesario además que el Congreso de la República disponga que el Ejecutivo elabore una lista de especies de flora y fauna acuática amenazadas. Solo así se podrá establecer medidas de conservación apropiadas.  

Basura plástica 

La pandemia del COVID19 trae consigo graves consecuencias: una de las menos comentadas es la basura plástica, que generamos. La pandemia ha traído el rebrote de plástico de un solo uso. Mascarillas, guantes, botellas desinfectantes y empaques de comida, entre otros, están en aumentopor millones.  

La ONU ha calculado que al menos 75% de estos productos se convertirán en desechos que terminarán en vertederos y océanos ¿que se puede hacer con este grave problema en la actualidad? La mayor responsabilidad recae sobre la industria que elabora productos desechables. Pero los consumidores pueden aportar sus granito de arena, incentivando a su propio entorno a tomar acciones responsables con estos objetos desechables, reemplazando su uso por otros elementos más duraderos. 

Reutilicemos bolsas, empaques, para extender su vida útil, pues los desechos que llegan al mar regresan a nuestra mesa en forma de microplásticos. 

El mar es nuestra principal fuente de oxígeno y clave en nuestra alimentación. Sin el mar no existiríamos. La vida nació en el mar. Pero, ¿lo estamos cuidando como se merece? La organización  Oceana, dedicada exclusivamente a proteger los océanos del mundo, encara a través de un documental la problemática del mar y la pesca en el Perú: Mar Nuestro,  le toma el pulso a nuestro territorio azul terriblemente amenazado. Muy pronto podremos visionarlo.

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