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Reciclaje y Medioambiente: replantearlo todo después del Covid-19

De tirar la basura a revalorizar los residuos. La pandemia por coronavirus  no está cerca de  terminar en nuestro país, ya  comienza a sentirse gran preocupación por la forma en la que se reactivará la economía y las consecuencias que recaerán en el medioambiente al volver a estar en marcha. Pero ¿Volveremos a lo de antes o tenderemos la habilidad de hacer las cosas de una manera diferente?  Días atrás se oficializó el Decreto Legislativo 1501 que modifica la legislación nacional sobre residuos sólidos y vuelve la segregación de estos, en el hogar, de carácter obligatorio. 

Por: Delia Ochoa

 Con la implementación de las normas y medidas necesarias de  prevención y la inminente reactivación de sectores como restaurantes y otros servicios con entrega a domicilio, ya se visualiza una creciente generación de desechos en cantidades superiores a las que ya estábamos manejando (o acostumbrados). 

Pronto comenzará a circular entre nosotros el doble empaque, el film plástico,  los guantes de látex, las mascarillas descartables y más. Y mientras estamos casi desesperados por volver al consumo,  nuestra ciudad será el blanco de toneladas de nuevos desperdicios. 

Ante este escenario, la autoridad ambiental en el país ha dado un paso acelerado y aprobó  recientemente el Decreto de Ley 1501 que establece la obligatoriedad de reciclar y separar los desechos sólidos desde la fuente, según consta en el artículo 34 de la normativa, es decir desde casa.   

¿Estamos preparados para reciclar desde el hogar?

Iniciativas como la de organización Ciudad Saludable llevan más de 15 años desarrollando conciencia entre los ciudadanos y sensibilizando a las comunidades a través de acciones concretas como el apoyo a organizaciones formales de recicladores  y la difusión de información sobre el reciclaje. Tener una ciudad saludable, implica mucho más que iniciativas aisladas, nos reclama involucramiento y sobre todo, un cambio de hábitos básicos y en general, una modificación a nuestra cotidianidad. 

A pesar de labores como la de esta ONG, nada más común por estos días que tener nuestros tachos repletos con desperdicios como las bolsas plásticas en la que traemos el pan a casa; las cáscaras de huevo y palta,  el cartón del jugo; la lata del atún que salvó el almuerzo; el envoltorio de las galletitas del lonche y  para usted de contar. Con suerte, a la hora establecida para el aseo se hace un nudo a la bolsa, decentemente se deja en la puerta de la casa y adiós desperdicios. Este hábito que para la mayoría de nosotros es el “fin” de la suciedad, en realidad es un gigantesco problema que no solamente desangra los presupuestos de las municipalidades y entidades encargadas de la recolección de desechos en la ciudad. Además representa una enorme agresión al medio ambiente, por exagerado que parezca.

Algunas recomendaciones que podemos aplicar desde ya en casa: 

Cuando NO hay infectados de COVID-19 en el Hogar:

Cuando tenemos residuos aprovechables:

Para asegurar que los materiales se encuentren libres de COVID-19 y evitar que insectos o microrganismos vengan al hogar atraídos por los restos de comida que puedan quedar en ellos. Además de los olores por descomposición que esto podría generar; tenemos que:

  • ENJUAGAR 
  • DEJAR SECAR 
  • COMPACTAR 
  • ALMACENAR

 

Estos pasos ayudarán a las asociaciones de recicladores, pues reducirás los focos infecciosos. Podemos usar un tacho, cesto, caja, jaba, saco o bolsa para poner los residuos aprovechables. Luego lo colocaremos en un espacio seco dentro de nuestro hogar. Este espacio debe limpiarse y desinfectarse cada vez que se realice la limpieza en el hogar.

Cuando tenemos residuos inorgánicos no aprovechables:

  • ROCIAR LOS RESIDUOS CON UNA SOLUCIÓN DE LEJÍA Y AGUA (0.1%) 
  • HACER DOBLE NUDO A LA BOLSA 
  • ROCIAR LA BOLSA CON UNA SOLUCIÓN DE LEJÍA Y AGUA (0.1%) 

Tras entregar los residuos, debe lavarse las manos con agua y con jabón. Y, de ser posible, seguir un proceso de desinfección de las prendas. Limpia y desinfectar los tachos.

Cuando SÍ Hay infectados de COVID-19 en el Hogar

Como medida de precaución, todos los residuos generados en el hogar serán considerado como “Peligrosos Biocontaminados” 

  • ROCIAR LOS RESIDUOS CON UNA SOLUCIÓN DE LEJÍA Y AGUA (1%) 
  • HACER DOBLE NUDO A LA BOLSA 
  • ROCIAR LA BOLSA CON UNA SOLUCIÓN DE LEJÍA Y AGUA (1%) 
  • COLOCARLA EN OTRA BOLSA Y HACER DOBLE NUDO 
  • COLOCAR UN DISTINTIVO COMO RESIDUO BIOCONTAMINADO
  • SE SACA LA BOLSA UNOS MINUTOS ANTES DE QUE PASE LA UNIDAD RECOLECTORA ASIGNADA PARA ESTE TIPO DE RESIDUO

Los Colores del reciclaje

El año pasado la Resolución Directoral Nº 003-2019-INACAL/DN del Instituto Nacional de Calidad (Inacal), en coordinación con el Ministerio del Ambiente (Minam), aprobó la norma técnica peruana (NTP) 900.058.2019 Gestión de Residuos, referida al Código de Colores para el Almacenamiento de Residuos Sólidos.

Dicha norma establece cuatro colores –antes eran siete colores– para el ámbito de la gestión municipal, identificándolos de la siguiente manera:

  • Verde: Papel, cartón, vidrio, plástico, textiles, madera, cuero, empaques compuestos, metales (latas y afines).
  • Marrón: Restos de alimentos, restos de poda, hojarasca.
  • Negro: Papel encerado, cerámicos, colillas de cigarro, residuos sanitarios (papel higiénico, pañales y paños húmedos, entre otros).
  • Rojo: Pilas, lámparas y luminarias, medicinas vencidas, empaques de plaguicidas y otros.

Tras el COVID-19 hay Una extraordinaria oportunidad para nuevos modelos…

Evolucionar a propuestas como la economía circular no sólo nos ayudaría en temas de costes, sino que además permitiría generación de empleos y un cambio de conducta en los habitantes. 

Este tipo de modelo plantea mantener el mayor tiempo posible en la economía el valor de los productos, los materiales y los recursos. Con esto, se reduce a su máxima expresión la generación de residuos. En resumen, todo lo que se produce está pesando para tener más de un propósito, reutilizarse y prolongar su provecho lo más que se pueda. 

En una reciente interpretación de Paulo César Delgado Neyra, representante de Dirección General de Asuntos Ambientales de Industria del Ministerio de la Producción;  la economía circular imita los ciclos de la naturaleza, en la cual los recursos se mueven dentro de los ecosistemas, por lo que los desperdicios de un organismo son los recursos de otros; no desperdiciando nada, dado que en la naturaleza, todo se transforma, adquiriendo valores distintos conforme pasa de un organismo a otro.

El autor en su interpretación también concluye que la economía circular se muestra como un modelo que puede reforzar la base industrial actual y fomentar la creación de empresas y emprendimientos entre las PYMES. Por lo que es posible considerar este modelo de economía como el sistema más recomendado para enfrentar lo que será nuestra reactivación después del COVID-19.  

 

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